Fotos: Judith Hernández
Como muchos de vosotros ya sabéis, hasta hace no mucho tiempo mi trabajo consistía en escribir sobre motos, probar motos e ir a presentaciones de motos (entre otras labores de coordinadora de redacción…). Antes lo hacía representando a un medio, ahora por fin puedo hacerlo como Una Motera Cualquiera. Y voy a empezar probando esas motos en las que más experiencia tengo, esas a las que puedo sacar todo el partido y, seamos sinceros, las que más tirón tienen a día de hoy: las motos para el carnet A2.
Y voy a comenzar este apartado de pruebas con una Macbor. Una naked de estilo neo-retro hecha por y para el carnet A2. Y no es otra que la Macbor Eight Mile 500 en su versión Street, visiblemente diferenciada de la versión Scrambler, entre otras cosas, en las llantas de radios y una mayor altura de esta última. Motivo por el cual agradecí que me dieran a probar la versión Street, que con sus 79 cm de altura de asiento era bastante más “asequible” para una motera “tapón” como yo.
Macbor Eight Mile 500 STR al detalle

Amarilla, sí, amarilla. No la pedí de ese color pero me la adjudicaron así. Y yo no podía estar más contenta. Ya sabéis que el amarillo me flipa. Pero partiendo de la base de que estéticamente es una moto que mola un montón, si nos paramos a analizar un poco todo lo que lleva esta 500… No tiene desperdicio.
Vamos a empezar por el motor. Contamos con que, como decía, esta moto está hecha por y para el carnet A2, por lo que cuenta con un motor bicilíndrico de 4 tiempos de 471 cc empujado por 47 cv ideales y perfectos para pasárnoslo muy bien. Y os puedo decir que esta moto tiene toda la gracia y la alegría de una bicilíndrica: un empuje en bajos brutal y muy muy divertido. Os puedo decir que para ciudad es un juguete y ya cuando sales a carretera, aunque cierto es que vibra un poquito una vez pasas las velocidades máximas permitidas (esto a mí me lo han contado jajaja), es una moto tan versátil que puedes ir con ella de viaje, puedes salir de ruta y puedes ir a trabajar sin problema, realmente no te hace falta más. Y, aunque no he llegado a meterme en lo marrón con ella, las ruedas mixtas que monta tienen muy buena pinta para pequeñas incursiones en tierra. Pero sin fliparse, que no está hecha para ello.
Parte ciclo

En cuanto a la parte ciclo, esta Macbor no defrauda. Aunque cierto es que el freno trasero podría actuar de manera más eficiente, esta moto frena muy bien. Para ello, en el tren delantero monta un doble freno de disco Wave flotante de 298 mm, mordido por unas pinzas Nissin de doble pistón. En el trasero, un disco Wave de 240 mm con pinza Nissin.
Y ojo que de suspensiones tampoco anda mal, porque monta una horquilla invertida KYB de 41 mm con un recorrido de 155 mm. Aunque si tenemos que poner una pega, es que no es regulable. En el tren trasero monta un monoamortiguador firmado también por Kayaba con un sistema progresivo por bieletas y un recorrido de 165 mm que tampoco es regulable.
Además, esta Macbor cuenta con un sistema ABS con cuatro modos. Este ABS actúa de manera independiente en cada tren por lo que puedes activarlo o desactivarlo en virtud a tus necesidades. ¿Quieres que actúe solo en la rueda delantera o la rueda trasera? Puedes hacerlo. ¿En ambas? También. ¿Pasas del ABS? Se desconecta y punto.
Tecnología e iluminación

Esta Macbor Eight Mile 500 STR cuenta con un panel de instrumentos LED High Resolution al que sí le voy a poner un par de pegas. El primero, que con la luz incidiendo sobre él, por ejemplo a medio día cuando Lorenzo está a tope, no se aprecian bien los elementos del cuadro. La segunda “pega” es que aunque es muy completo, sí le falta un indicador de hora. Que no es algo estrictamente necesario en un panel de instrumentos, pero sí viene bien saber si llegas tarde a currar o no…
Pero, en contraposición, os tengo que hablar de la iluminación (por cierto, Full LED) de esta moto. Os puedo decir que las luces largas de esta moto son una auténtica pasada. Todos sabemos que la iluminación de una moto es un elemento en el que muchos fabricantes se tienen que poner las pilas porque, aunque en parte es normal, las motos no nos ofrecen la iluminación necesaria para conducir de noche sin riesgos. Pues a día de hoy, las largas de esta Macbor comprenden la mejor iluminación que he llevado yo en una moto (y ya he probado algunas…).
Dimensiones, pesos y consumo

Ya os he contado al principio que la versión Street de esta Macbor Eight Mile 500 cuenta con unas dimensiones más concentraditas para los moteros más taponcillos como yo. Lo que no os he contado es que su depósito de 18 litros hace que la moto parezca mucho más grande de lo que es. El depósito es enorme. Y eso también hace que su peso en orden de marcha sea de 195 kg. Peso que, a priori, puede parecer elevado para una 500 pero que en movimiento ni lo notas porque la moto es muy ligera.
Además, tengo que destacar que ese pedazo de depósito junto con los 3,9 litros a los 100 declarados por el fabricante, nos dan una autonomía de más de 400 kilómetros, envidiable para muchas de sus “rivales”.
Actualmente podemos encontrar esta moto en tres esquemas de color: amarillo, negro y rojo metalizado, por un PVP de 6.299 €.
¿Qué es lo que más y lo que menos me ha gustado de esta Macbor?

Voy a empezar hablando de lo que menos me ha gustado de esta moto (porque, por mucho que queráis, ninguna es perfecta). Como he comentado a lo largo de esta prueba, la ausencia de visibilidad del cuadro de instrumentos cuando incide sobre él la luz del sol es un aspecto a mejorar por parte de Macbor. Además, yo personalmente intentaría mejorar la eficacia del freno trasero para obtener una mejor mordida. Para finalizar, revisaría la vibración de los retrovisores porque a altas vueltas cuesta ver en condiciones lo que hay detrás. Y ya, por ser quisquillosos, añadiría la hora en el cuadro de instrumentos, pero os digo que ya es por ser quisquillosa.
Pero vamos a lo que más me ha gustado de esta moto. Y es que, quitando estos pequeños detallitos de ahí arriba, la moto me ha encantado. Es una moto que tiene unos bajos muy divertidos. Su motor le saca todo el partido a esa alegría que te ofrecen, a priori, las bicilíndricas. Por otro lado, cuenta con una agilidad en marcha brutal. Puedes hacer con ella lo que quieras, tanto filtrando entre coches como en carretera. Y la entrada en curva… La geometría de esta moto hace que tumbe sola. Es una moto que entra sola en curva.
Conclusión

A priori todos tenemos cierta “reticencia” con ciertas marcas de motos que no son punteras, que no son “las de siempre” o que no son japonesas o italianas. A las “nuevas” marcas les cuesta hacerse un hueco en el mercado porque las de siempre están tan bien posicionadas que dejan poco espacio a fábricas emergentes. Y no nos vamos a engañar, actualmente todo lo nuevo nos genera desconfianza hasta que lo probamos. Y yo os puedo decir que Macbor, con esta naked neo-retro ha lanzado una moto con unos acabados brutales, a la altura de motos con más historia y prestigio detrás.
Una moto que va muy bien, con un consumo comedido, con unos componentes de primera calidad y que, sinceramente, es una moto muy a tener en cuenta para aquellos usuarios del A2 que estén buscando una moto tanto para aprender como para disfrutar. Y no, no estoy haciendo la pelota. Sinceramente, esta moto me ha encantado.
Tenéis más información en la página oficial de Macbor.





Mi Prueba en Vídeo
Y sí, si queremos hacer esto más profesional, qué menos que enseñaros la moto en vivo y en directo… ¿no? Por eso aquí os dejo el vídeo de la prueba que he hecho para mi canal de Youtube:
Buena motocicleta para callejear y rutas cortas.