Una de las experiencias más brutales de mi vida la viví en el Gran Premio de Jerez de 2019. Fue todo gracias a Motul que me convirtió en la Motul Superfan. ¿Quieres saber qué paso? Pues sigue leyendo.
Cómo conocí la experiencia de Motul SuperFan
Septiembre de 2018. En Motorland me entero de que existe un concurso llamado Motul SupeFan en el que Motul busca el mayor Fan del mundo para que disfrute del fin de semana de su vida. Así que al llegar de Aragón me puse las pilas y busqué toda la información posible. Me metí en la página de Motul y accedí a The Drum, la sección de los SuperFans. Ahí te tienes que registrar y tener paciencia porque cuando se acerca el siguiente Gran Premio en tu país, ellos te envían un correo para que les envíes tu participación.
Empecé participando para Cheste y decidí hacer lo que mejor se me da, montar cancioncitas. Me curré la letra, grabé la canción, edité el vídeo… Se lo envié por mail pero para darle más movimiento lo publiqué en mis redes sociales.
Y no me seleccionaron. Pero tenía claro que para Jerez el premio iba a ser mío porque no hay mujer más SuperFan que yo. Y se lo demostré.
Pero yo tenía que ser la Motul SuperFan en Jerez…
Se acercaba la fecha y tiré de imaginación. Yo puedo decir por qué soy la Motul SuperFan, sí. Puedo dar miles de razones, pero eso no tiene mérito. Tenía que ser más original y sacar la artillería pesada. Así que decidí llamar a unos amiguitos y que fueran ellos los que dijeran por qué era yo la que merecía ganar ese premio y no cualquier otro.
Creo que a ellos no podían decirles que no… Y una semana antes de irme a Jerez, recibí una videollamada por Whatsapp en la que (en mi perfecto inglés, ya lo habéis visto) agradecía enormemente ganar el premio. Tengo el vídeo en el que me lo comunican, pero es secreto de sumario, lo siento…
El Planning de un Motul SuperFan
El planning para ese fin de semana era una pasada. Prácticamente no iba a salir del circuito en todo el fin de semana: actividades, Sala Vip de Motul, pase de Paddock… Los días previos estaba súper emocionada. Llegué a Jerez el jueves por la mañana y, tras un Convoy motero algo anecdótico (algún día os contaré la historia, por favor, preguntadme…), pasé toda la noche del jueves súper nerviosa. Al día siguiente tenía que recoger mi pase de paddock y creo que nunca me he sentido más VIP.

Comienzan las actividades.
El sábado por la mañana tuve mi paseo por Pit Lane. Pero muy tranquilamente y al lado de las motos. Pude acercarme a todas y cada una de las motos de los pilotos e incluso vi a alguno dentro del box. Saludé a Dovicioso y a Miller, más majos que las pesetas. Ahí un sueñecito cumplido, pude llegar a oler la M1 de Valentino, me salían corazones de los ojitos.




Un rato más tarde me dieron un paseo en scooter por todo el perímetro del circuito, a pie de pista durante el FP4. Fue una auténtica pasada. Me paraban en distintas curvas para hacerme fotos y grabar vídeos. Veía a los pilotos pasar a toda velocidad a escasos metros de mí. Incluso me paré en la zona donde entrenan las salidas mientras lo hacían. Qué maravilla.




A medio día nos invitaron a comer en el Hospitality de Avintia. Nos pusieron una pulserita y una paella que estaba buenísima. Nos trataron como reyes.
Vuelta en el Safety Car
Por la tarde, vueltecita en el Safety Car por el circuito. Solo puedo decir una cosa: nunca imaginé que podría llegar a tumbar dentro de un coche. El corazón se me encogió más de dos veces por los derrapes que hacía el piloto en todas y cada una de las curvas del circuito. A full, iba a full.




Warm Up en el Box de Avintia
El domingo por la mañana tenía acceso al Box de Avintia para ver el Warm Up. Allí dentro los técnicos me explicaron cómo veían todas las métricas en las pantallas, cómo interpretaban las gráficas y cómo recibía el ingeniero las impresiones de Tito y Abraham para poder desarrollar mejor la moto. Fue una auténtica pasada.








Cómo mola ser Motul Superfan. El Grid Tour
Y como colofón final, el Grid Tour. Sí chicos, estuve en la misma parrilla de salida momentos antes del inicio de carrera. Ahí pude hacer una de las fotos que más me gustan, que es ese momento en el que Valentino se agacha al lado de su moto para mimetizarse con ella. Los pelos de punta, en serio.




Y bueno, si a todo esto le sumamos el acceso a la Sala Vip de Motul todo el sábado y el domingo y los pases de Paddock… Me volví a casa con mi preciada foto con Valentino y con el casco firmado. Ah, ¡¡y con un saludito de Marc!! Fue una auténtica experiencia.
Así que vosotros, si creéis que sois unos auténticos Motul SuperFan, os animo a que os deis de alta en la web y demostréis por qué tenéis que vivir esta experiencia por encima de todos los demás y formar parte de esta gran familia de SuperFans distribuidos a lo largo y ancho de todo el globo.
¡Qué bueno poder verles en vivo!
Gran suerte tuviste, enhorabuena.